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¡Gracias, estrés! Transformando la Incomodidad en una Oportunidad para Cambiar tu Vida.

Actualizado: hace 4 días


En estos días comenzamos los programas MBSR (Reducción del Estrés Basada en Mindfulness), un curso de ocho semanas que atrae a alrededor de 200 personas cada año, muchas de las cuales afirman que esta experiencia ha transformado sus vidas. Los testimonios son inspiradores y un patrón claro emerge: cuando alguien se da cuenta de su situación y opta por enfrentarla con sinceridad y compromiso, descubre que tiene más recursos de los que pensaba. Encuentra un camino hacia el bienestar que, aunque no es sencillo ni rápido, muestra resultados significativos en un plazo de 4 a 5 semanas que ellos mismos notan, así como sus familiares y amigos.


Es importante aclarar que no me refiero al estrés adaptativo, que puede surgir en situaciones desafiantes, como cumplir con un plazo ajustado, donde un cierto nivel de estrés puede incrementar el enfoque y la productividad. A veces, las personas prosperan ante la adversidad y la adrenalina las impulsa a esforzarse más. Sin embargo, esto no siempre sucede; en otras ocasiones, el estrés puede volverse abrumador y perjudicar la

salud sin ofrecer el resultado esperado.


Cuando menciono el estrés como una oportunidad, me refiero a la experiencia negativa de estrés. Esto se manifiesta cuando te sientes abrumado o sobrecargado, lo que dificulta la concentración en tus actividades diarias. Esta condición puede afectar tu bienestar físico y emocional, y a menudo se manifiesta como irritabilidad, impaciencia o desconexión social. También puede provocar insomnio, exceso de comida o, por el contrario, falta de apetito. A largo plazo, estas experiencias pueden llevar a problemas de ansiedad y enfermedades crónicas, generando una situación desagradable que parece inevitable y se va instalando lentamente. ¿Te suena familiar?

Entonces, ¿dónde reside la bendición?


El estrés no surge al azar, sino que es el resultado de diversas causas y condiciones personales que se combinan. Imagina una pareja que, a lo largo del tiempo, comienza a desconectarse porque sus intereses han cambiado (causa). El problema se agrava cuando, en lugar de hablar y adaptarse a esta situación, la pareja se distrae con el trabajo o el ocio, sin afrontar su realidad (condiciones). La distancia crece y la situación se complica aún más, llevándola a problemas como infidelidades, malentendidos, luchas de poder y desacuerdos continuos (más condiciones). Aunque el pasado fue feliz, el presente se siente estresante y el futuro, incierto. Esta situación puede extenderse si ninguno de los dos se da cuenta de que su relación se ha vuelto un mero funcionamiento automático, guiada por un estrés crónico que resulta perjudicial.


Es aquí donde la vida nos invita a cambiar nuestra perspectiva, similar a la escena en la que Neo, el protagonista de "Matrix", debe elegir entre la pastilla azul y la roja. No es un camino sencillo; una persona puede optar por permanecer en la negación, distraída mediante alcohol, series de televisión o simplemente esperando que la situación se resuelva por sí sola. Sin embargo, al igual que Neo, uno puede elegir la pastilla roja y reconectar con la realidad. Hacer esto requiere valentía y un esfuerzo sincero, ya que dejar atrás lo conocido puede ser aterrador. No obstante, hay que preguntarse: ¿Cuál es el costo de permanecer en la zona de confort? Es el mismo estrés el que nos desgasta y nos hace la vida difícil. Puedes detenerte y reflexionar: ¿realmente quiero seguir así?


Si el tema de las relaciones no te resuena, considera el estrés en el ámbito laboral o financiero, o investiga tus propias causas para darte cuenta de que la vida te está pidiendo hacer cambios significativos.


¿Entonces, el estrés puede ser beneficioso?


Por supuesto, siempre que lo utilices como un impulsor del cambio hacia una vida más plena. Por ejemplo, en el curso MBSR, exploramos cómo el estrés puede favorecer el crecimiento personal en cuatro áreas principales:


1. Mayor autoconciencia: Las situaciones estresantes pueden motivar a las personas a reflexionar sobre cómo sus pensamientos, emociones y acciones se alinean con sus valores y objetivos significativos.

2. Mayor resiliencia: Responder creativamente al estrés ayuda a desarrollar la resiliencia, que es la capacidad de recuperarse de la adversidad. Al enfrentarte y superar situaciones estresantes, fortaleces tu sentido de fuerza y habilidades. Esta resiliencia puede aplicarse a otras facetas de tu vida, ayudándote a enfrentar mejor futuros desafíos.


3. Mejora en las habilidades de resolución de problemas: El estrés a menudo requiere que encuentres soluciones a problemas o que naveg ues situaciones complejas. Esto fomenta el desarrollo de habilidades efectivas para resolver problemas, adoptando una mentalidad más estratégica e ingeniosa que mejora tu capacidad para tomar decisiones creativas.


4. Despliegue de una mejor versión de ti mismo: El estrés te empuja a enfrentar circunstancias desconocidas o desafiantes, lo que te lleva a romper con tus rutinas habituales. Este proceso te permite explorar nuevos territorios, ampliar tu horizonte de conocimiento, adquirir habilidades novedosas y descubrir fortalezas ocultas. Esta expansión fuera de tu zona de confort resulta en un crecimiento personal significativo y un renovado sentido de autoeficacia.


Esta perspectiva también se alinea con la visión de la psicóloga Kelly McGonigal, quien

defiende la idea de que el estrés puede ser positivo. Además, sugiere un enfoque poco

conocido para cultivar una mayor resiliencia que se basa en ayudar a otros que también

están experimentando estrés.





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